¿Asexualismo? NO, A-S-E-X-U-A-L-I-D-A-D

Autor: Citlally Villarejo

En esta cuarentena hemos recibido más usuarios que nunca, ante muchas personas que por primera vez nos escuchaban, nos leían o nos miraban, o bien se identificaban con nuestra información, o les interesaba el tema; al menos en el capítulo México las entrevistas que me hicieron por el Pride fueron bastante respetuosas, desde una curiosidad genuina, desde un interés informativo y no desde el morbo.

Pero, tal como todas las historias que hemos vivido como activistas, tiene un lado oscuro, y sé bien que no es algo que solo nosotros hemos sufrido, llegaron varias “terf” (conozco que aunque ellas mismas inventaron la palabra ahora la consideran un insulto), o como he decidido llamarlas : transfóbicas colonizadas, a los grupos, páginas, etc., pensando que  la asexualidad era una “utopía” libre del patriarcado, reduciéndonos a seres “asexuados”, pensando al asexual como una persona sin libido, sin capacidad de sentir placer, de tener sensaciones, de sentir atracción estética, romántica, sensual o emocional, como personas antisexuales, sin permiso para tener algún gusto en ropa, estilo, moda, incapaces de ser atractivos o sexys, sin posibilidad de trabajar en la industria sexual o si quiera resultar atractivo para otras personas. En fin, ¿les recuerda a alguien? A los conservadores desinformados que nos consideran seres insensibles.

Paisaje, Naturaleza, Bosque, Otoño, Puesta de sol, Pasarela

“Asexualismo” es la palabra que utilizan para hablar de nuestra orientación, dejando de lado la definición, para ellas les parece una decisión, un movimiento, como si se tratara del cubismo, el dadaísmo o cualquier corriente a la cual se puedan adherir a gusto, como una decisión, un estilo o una moda que se selecciona de un closet infinito de oportunidades. Es asexualidad, chicas, una orientación sexual, no una opción, ni una utopía, ni una manera de evitar el acoso; les tengo una nueva, las asexuales también somos acosadas, las asexuales también podemos sufrir violencia por parte de otros, otras y otres asexuales, las asexuales también podemos elegir nuestro trabajo libremente, las asexuales también votamos, también podemos ser feministas o no,  y también podemos ser machistas, puesto que ninguna de las cosas anteriores diferencian género, orientación sexual, orientación romántica o edad.

Quien escribe este artículo tiene formación en estudios de género y en derechos humanos, ante lo cual puedo estar totalmente de acuerdo con la postura del colectivo, NO ACEPTAMOS TERFS; porque además de ser transfóbicas en una región como Latinoamérica donde contamos con presencia indígena y pueblos autóctonos que no reconocen el género como el binario, una idea totalmente colonialista, tampoco debemos seguir juegos políticos de derecha de países que no pertenecen a nuestra región ni a nuestro continente.

La mayoría de los grupos,  páginas, colectivos y activistas independientes no son afiliados a partidos políticos y mucho  menos a partidos de otros países, y no hay espacio en nuestro activismo informativo y educativo para discursos de odio politizados, además, dar espacio a ellas es dar espacio a los incels, ideas conservadoras, ideas antisexuales y reducir nuestra orientación a una elección (política). Decimos no a eso, porque nuestro espectro es rico en diversidad y lo único que nos identifica es que no somos alosexuales, pero no nos identifica una ideología, un partido político, una decisión, ni un estilo, no.

Si este texto nos va a costar ser señalados por personas desinformadas, les tenemos una nueva “no nos interesa mantener discusiones con personas que no son capaces de entender términos base para definir la asexualidad.